Volver de una luna de miel en Japón y decir: «¡Vamos a vestirnos de novios otra vez!» 😍 Ese fue el espíritu de Elena y Fran, una pareja que estaba feliz y decidida a capturar esa esencia en un reportaje postboda sin prisas ni nervios como el día de la boda.
Una sesión de Fotos postboda en la naturaleza: Empezamos en la Dehesa del Saler, un lugar donde la tranquilidad y la naturaleza se funden. Allí, paseamos sin prisa, sin nadie alrededor, en total intimidad, capturando esos momentos espontáneos que son oro puro en fotografía. Fue como verlos en una segunda luna de miel, pero esta vez, bajo el sol valenciano y rodeados de pinos y dunas.
Y como broche final, nos fuimos a la Albufera. Con sus aguas tranquilas y un atardecer de ensueño, fue el escenario perfecto para cerrar el día. Elena, práctica y natural, llegó preparada con unas zapatillas para la playa. Conforme avanzábamos, su comodidad crecía y con ello, su espontaneidad. Mientras, Fran la miraba con esos ojos que lo dicen todo. Esos momentos que solo el verdadero amor puede transmitir, y que logran que cada foto hable por sí sola.
Porque, al final, eso es lo que hace especial un reportaje postboda: no solo es el lugar, sino la magia de dos personas que se aman y disfrutan sin preocupaciones.
