Elena y Oscar son una pareja de Quart de Poblet, un pueblo en las afueras de Valencia. Son dos personas que disfrutan de las cosas buenas, aman los viajes la música y las buenas películas. Viven juntos desde tiempo y han decidido celebrar su boda juntos a sus familiares y amigos con una gran fiesta en Más de Canicatti.
Son una pareja que valora sus recuerdos y tienen clara la importancia de las fotografías de su boda. Ha sido un honor que me eligieran para ser el fotógrafo de su gran día. Hace unos años realicé las fotos de la boda de Blanca, la hermana de Elena. Es un gusto volver a ver esta familia después de unos años.
Elena y Oscar buscaban para su boda sentirse cómodos en todo momento, sin posar y disfrutar el momento con amigos y familiares. Solo querían ser ellos mismos. Por esto realizamos una sesión de fotos antes de la boda para tomar confianza. Una sesión pre boda en la playa del Saler de Valencia durante la cual nos conocimos un poco más y realizamos unas bonitas fotos de pareja en la naturaleza.
La boda se ha celebrado al principio de otoño. La ceremonia fue por todo lo alto: se celebró en la Capilla del Santo Cáliz en Valencia. Es en la majestuosa catedral central de Valencia, donde se encuentra custodiado el santo Grial.
La ceremonia fue solemne y emotiva. Los invitados acompañaron los novios en estos momentos tan importantes. Hubo discursos de amigos y familiares hacía los novios. Quiero dar las gracias a Pepe, el papá de Elena que me dedicó unas palabras en la ceremonia. Cuando lo escuché no entraba en mí de alegría. Nunca me había pasado antes que me agradecieran públicamente el trabajo que hago en un discurso oficial.
Para el convite eligieron una finca especial, rodeada de naturaleza: Mas de Canicattí. Conocida por su excelente cocina, Más de Canicattí es un lugar diferente y moderno. Con su arquitectura innovadora que se integra con el entorno y una exquisita atención por los detalles.
La primera parte del banquete se organizó como si fuera un cocktale, sin mesas ni lugares establecidos para sentarse. Se respiraba un atmósfera relajada y diferente. Los invitados disfrutaron de la fiesta probando deliciosos quesos, tapas elaboradas y otros esquistos platos.
Finalmente hubo también un momento para sentarse y probar un arroz típico de la zona, junto con otras sorpresas como la maquina del helado para los niños. La fiesta terminó con música y bailes, los novios felices por haber vivido un día extraordinario con la mejor compañía.
Gracias a Florencia por acompañarme en esta boda, con su cámara Leica ha captado preciosos momentos. Gracias al estaff de Más de Canicatti que ha colaborado en todo momento al igual que todos los invitados.
Gracias Elena y Oscar por contar con mi para documentar estos momentos. Ha sido un gusto ser vuestro fotógrafo y espero que estas fotos os gusten tanto como a mi.