Lo de Anabel y Luigi no fue solo una boda. Fue un acontecimiento, una experiencia que mezcló naturaleza, emoción y una fiesta de locura! Una boda en Barco en la Albufera de Valencia con Hora Loca incluida… pero vamos por partes:
Más de 100 invitados llegaron desde distintos puntos de Europa y Venezuela… sin saber exactamente a dónde. Solo sabían que iban a vivir algo especial. En lugar de un autobús o una típica finca, los llevaron en varias barcas, de paseo por la Albufera de Valencia. Así, sin spoilers.
Y justo ahí, en medio del agua, de repente, aparecieron ellos: Anabel y Luigi, llegando en su propia barca, saludando entre risas, aplausos y alguna que otra lágrima. Fue un momentazo. Desde ahí, guiaron al grupo hacia el lugar elegido para la ceremonia.













La Boda en un rincón escondido de la Albufera
La boda se celebró con un atardecer fabuloso de fondo, reflejado en al agua de la Albufera. De esos que no necesitan filtros. Flamencos cruzando el cielo, palabras sinceras, anillos, promesas, miradas que decían todo sin decir nada. Todos sentían lo mismo: estaba pasando algo bonito de verdad.








Y cuando parecía que ya no se podía mejorar, arrancó la música. Pero ojo, no cualquier música: un equipo de sonido potente, con woofer y subwoofer, luces, y pantallas. Sonaron temazos elegidos por los novios y mucha vibra venezolana.
Y como manda la tradición: llegó la Hora Loca.
Disfraces, máscaras, confeti, la pista de baile llena y cero vergüenza. Un desmadre en el mejor sentido. Todos entregados, viviendo el momento al 100%.
Estas fotos son parte de lo que capturé ese día, acompañando a mi amigo y compañero Luis Tovar. Fue un placer documentar una historia tan real, tan libre, tan llena de vida.














Datos técnicos del reportaje:
Las imágenes publicadas han sido capturadas con una combinación de equipos pensada para ligereza, discreción y versatilidad. Para los momentos más íntimos y espontáneos utilicé una Leica D-LUX, equipada con un objetivo equivalente a 24-70mm f/1.7–2.8. Su tamaño compacto y peso ligero la convierten en una excelente aliada en días calurosos o contextos donde prefiero pasar desapercibido y no romper la naturalidad de la escena.
Las fotografías del paseo en barca, la ceremonia y parte de la fiesta fueron tomadas con una Panasonic S1 y un objetivo 24-105mm f/4.0. Una combinación robusta y muy flexible que me permite trabajar con rapidez, moverme con libertad y cubrir una amplia gama de planos sin necesidad de cambiar de lente.
Para capturar la energía de la Hora Loca, utilicé un flash externo en modo estroboscópico, sincronizado fuera de cámara, con una ráfaga de 6 destellos por segundo, una exposición de 1/2 segundo, y una sensibilidad ISO entre 800 y 1600, ajustando según la distancia y condiciones de luz. Esta técnica me permite congelar el movimiento dentro de una atmósfera dinámica y caótica, transmitiendo visualmente la intensidad del momento.